Veo la televisión y me acuerdo de ti, bajo al bar y una
canción me recuerda a ti, las risas de la gente me recuerdan la tuya, en la
forma de las nubes te veo y, todo eso, me hace llorar.
Te fuiste mi amor y me dejaste solo, te fuiste sabiendo
que dependía de ti para vivir. No es un reproche, es el mal estar que me
embarga y que me tiene idiotizado.
Llevo más de cinco meses a la deriva. Vago ausente esperando
mi final, un final que me acerque de nuevo a ti.
Esta vida, que no es vida, me pudre por dentro. Deseo
acabar con todo y no encuentro el momento, las cosas son como son y sobre todo,
como bien sabes, “las de palacio van más despacio”. Esta semana vamos a firmar
al notario, con lo cual tendré otra cosa acabada. Las ayudare hasta que tengan
todo en orden y después; después iré a tu encuentro. Espero encontrarte al otro
lado para que sigas ayudándome también allí.
La vida sin ti, no
me llena. No le encuentro “sabor” a vivir siempre con el corazón acongojado por
la pena. He vuelto a ser el desastre que fui antes de conocerte, hace ya tantísimos
años. Solo tú sacabas de mi lo que había de bueno.
Voy a ti cariño mío, espérame solo un poco más. Arreglar
el papeleo no es eterno y, en cuanto termine, parto a buscarte.
Te quiere
Tu marido que no
te olvida
No hay comentarios:
Publicar un comentario